Test HLB. ¿Se pueden localizar los órganos en una gota de sangre?

Cuando en el año 2000 una terapeuta suiza me enseñó la técnica del test HLB en un seminario que impartió en España, me di cuenta enseguida que estaba ante algo muy interesante y práctico.

Desde el principio de su exposición esta colega señaló que en una gota de sangre coagulada se podría dibujar una especie de mapa que correspondía a los diferentes sistemas o aparatos orgánicos, y que, por lo tanto, estos estaban representados en la gota de sangre. De hecho nos dio un mapa, que todavía lo conservo como una reliquia de mis primeros estudios del test HLB.

Me llamó la atención el hecho de que en ningún momento se dio una explicación científica de cómo en una gota de sangre se pueden reflejar los distintos sistemas o aparatos del cuerpo humano. Parece ser más bien que la explicación tenía como base la observación clínica de los pacientes y de sus correspondientes gotas de sangre coaguladas.

Sin duda esta terapeuta estaba influenciada por Oswald, uno de los llamados padres del test HLB. La influencia de este profesor en muchos terapeutas actuales es notable, hasta tal grado que aquel mapa que recibí en el año 2000 se ha quedado muy anticuado cuando lo comparamos con lo que algunos terapeutas modernos dicen que son capaces de ver en una gota de sangre en el test HLB.

En la actualidad, ya no son sistemas o aparatos  representados por círculos dentro de una gota de sangre, son más bien, órganos específicos lo que, según algunos, se pueden observar en la gota de sangre. De hecho se habla del sector del hígado, del páncreas, del colon, de los bronquios, etc.; y para justificar tal diferenciación y exactitud “geográfica” recurren a la iridología o reflexología podal, etc. como base de tal interpretación.

Se afirma: “al igual que en la iridología un órgano está representado por un sector del iris, de la misma manera ocurre en el test HLB”.

Estas personas se olvidan o no saben cómo funciona la iridología. Comparar una cosa con otra es comparar el tocino con la velocidad. Sabemos que todos los órganos del cuerpo están unidos al cerebro por la médula espinal con sus ramificaciones nerviosas. Cuando un órgano deja de funcionar con normalidad esa alteración es transmitida al cerebro por medio de la médula, y debido a que el iris (para no entrar en detalles) está conectado con la médula, también recibe de forma refleja esas señales de los distintos órganos.

Sabemos que la función de la sangre es:

  • Transportar oxígeno y CO2.
  • Transportar todos los nutrientes (hormonas, encimas, vitaminas, minerales, etc.)
  • Transportar todos los desechos.
  • Transportar anticuerpos.
  • Transportar el calor. Esta función es muy importante para que nuestro organismo funcione bien, ya que se necesita 37º C de temperatura para el correcto funcionamiento de los órganos.
  • La función de defensa (linfocitos, granulocitos).
  • La función de coagulación (protombina y fibrinógeno).

Esta función es una función general, para todo el organismo, no específica de un órgano. Pues bien, todavía ningún terapeuta nos da razones biológicas que explique cómo se transmite la información de la funcionalidad orgánica en un sector específico de una gota de sangre coagulada. De hecho, nosotros desechamos esa explicación poco tiempo después por no ser creíble desde nuestro punto de vista.

El método científico

Los que justifican la postura de la localización sectorial de los órganos en la gota de sangre del test HLB tal vez lo hagan por su experiencia clínica. Esta experiencia puede que les sirva de base para llegar a tales conclusiones. Sin embargo, yo me pregunto, ¿se aplica el método científico a tal experimentación?

¿En qué consiste el método científico? Más o menos funciona de la siguiente manera: Observe lo que sucede; fundándose en esas observaciones, formule una teoría en cuanto a lo que posiblemente sea verdad; someta a prueba la teoría mediante observaciones adicionales y por experimentos; y vigile para ver si se cumplen las predicciones fundadas en la teoría.

¿Se aplica este método al test HLB por parte de aquellos que afirman que sí se localizan los órganos en el test HLB?

Seguro que algunos dirán que ellos sí se basan en observaciones clínicas. Por ejemplo, a un paciente con diabetes (diagnosticada) se le hace el test HLB, y se aprecia que en su gota de sangre coagulada se aprecia cierto signo diferente que lo hace distinto del normal. Podemos llegar a la conclusión que ese signo es el típico de la diabetes, y además que como el signo está localizado en cierta zona de la gota, puede que ese sector represente al páncreas. Incluso puede que esto lo hayamos visto en varias ocasiones, o en varios pacientes con diabetes. ¿Nos atreveríamos a decir que en el test HLB la diabetes y el páncreas están representados por tal sector o por tal signo? Eso no tiene nada de científico. El método científico es mucho más complicado de lo que parece.

Iridología y ciencia

Les voy a poner un ejemplo práctico de lo complicado que es todo esto. He tenido la oportunidad de observar el iris de muchos pacientes diagnosticados con cáncer y de hacerles el test HLB. Prácticamente todos los pacientes diagnosticados con cáncer tienen en un sus iris lo que los iridólogos llaman arco senil. Un ejemplo de lo que es el arco senil lo tenemos en la foto superior de este artículo. ¿Quiere decir que el arco senil es un signo inequívoco del cáncer porque aparezca en prácticamente todos los pacientes con cáncer? NO. En el caso de la paciente de arriba, lo que tuvo fue una trombosis.

El arco senil es un signo iridológico que se estudia en iridología y que se asocia con falta de oxigenación orgánica. Representa la falta de oxígeno en los fluidos corporales, y eso es lo que hace que aparezca este anillo. Esta falta de oxígeno (sea de origen respiratorio o vascular) en el fluido nutritivo provocaría hipotéticamente el enrarecimiento del tejido corneal y su opacidad lenta pero progresiva.

Su presencia antes de cierta edad (50 años más o menos) hace sospechar una arteriosclerosis cerebral incipiente, aunque todavía no se haya manifestado. Por ello es de mucha utilidad para prevenir la evolución de esta enfermedad. Sin embargo, en las personas que manifiestan este signo, desde un principio se puede notar la falta de memoria, pensamiento confuso, falta de concentración, dolores de cabeza, etc., que son habituales en ellos. Sin embargo, todos los pacientes con cáncer lo suelen tener. Es normal. La falta de oxígeno en el organismo y el cáncer están unidos. De modo que aunque observemos el arco senil en todos los pacientes con cáncer no concluimos que es el signo del cáncer en iridología porque las observaciones clínicas de miles de pacientes a lo largo de más de 200 años nos han hecho entender que el arco senil no solo se asocia con el cáncer sino con muchas otras dolencias.

Dicho todo esto, ¿qué podemos decir del test HLB? En sus 50 años de investigación todavía quedan muchos asuntos por seguir investigando. Seguro que los que afirman la sí localización de órganos en la gota de sangre coagulada del test HLB no han aplicado el método científico para llegar a sus conclusiones. Seguro que no llevan 200 años con experiencias clínicas con pacientes diabéticos para afirmar lo que afirman.

Podemos caer en el error de dejarnos llevar por nuestro “ego” y creer que hemos descubierto algo nuevo. Si es así, puede que le estemos haciendo un flaco favor al test HLB, ya que al no aplicar el método científico, se nos puede tachar a todos de charlatanes.

El test HLB y el método científico

Sin embargo, podemos asegurar que el test HLB sí es científico realizado por terapeutas responsables, mucho más de lo que muchos se imaginan. El profesor Robert Bradford y sus colegas sí se han esforzado por encontrar la explicación científica que hay detrás de la alteración de la fibrina en el test de sangre HLB. Son muchos los estudios que se han hecho en los que se ha comprobado como la alteración de los factores de coagulación repercuten en la forma o estructura de la fibrina en una gota de sangre coagulada.

Por ejemplo, en un estudio que se llevó a cabo en los Países Bajos con 474 pacientes afectados por trombosis venosa grave, y en los que se habían realizado un mismo número de controles, se halló que aquellos con niveles altos del Factor XI tenían riesgo de padecer trombosis venosa grave, con un doble riesgo para aquellos con los niveles suficientemente altos, como para dejar postrados al 10 por ciento de la población.

Este no es más que un simple ejemplo, de los muchos que hay, de cómo sí hay profesionales serios que tratan de dar una explicación a cómo funciona el test HLB. Procuran aplicar el método científico a sus investigaciones.

Si usted es un terapeuta que se quiere iniciar en esta técnica tenga cuidado. Procure averiguar qué es el test HLB. No haga de adivino. No convierta la gota de sangre del test HLB en una bola de cristal. De la misma manera que el iris no es una bola de cristal, tampoco lo es una gota de sangre coagulada.

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