Grasas o aceites: Propiedades y Funciones principales

Función energética
El valor energético de las grasas es aproximadamente el doble que el de los hidratos de carbono, pero para que su asimilación se produzca armoniosamente hacen falta dos moléculas de hidratos de carbono por cada molécula de cuerpo graso. En esta proporción la combustión o metabolismo de la grasa queda asegurada.

Función de vehículo vitamínico

Los lípidos o grasas son el vehículo de las vitaminas liposolubles; es decir las vitaminas A, D, e, K y F, de ellas la primera y la segunda son indispensables para el crecimiento y la tercera para la reproducción. La función de vehículo vitamínico es una de las más importantes que en la nutrición tienen encomendadas las grasas.

Función de aporte de ácidos libres
Otras de las importantes funciones atribuidas a los alimentos grasos es la de aporte de ácidos grasos no saturados, siendo los principales de estos: el ácido linoleico, el ácido linolénico y el ácido araquidónico.  Aunque los requerimientos diarios de estos ácidos son extremadamente pequeños, su presencia en el organismo es indispensable para desarrollar perfectamente las funciones del metabolismo.

¿Qué grasas son recomendables?
La reflexión sobre que grasas son las mejores y más fáciles de obtener y digerir para el cuerpo precisa una detallada explicación, ya que existen multitud de teorías ampliamente divulgadas, falsas en su mayor parte, que solo han conseguido confundir a todo el que se ha interesado por el tema. Es por ejemplo, absurda la aseveración de que la mantequilla es nociva y que la margarina no lo es, y esto por no citar nada más que a uno de los tremendos errores dietéticos ampliamente divulgados.

La norma principal que debe regir la ingestión de grasas es la de que debemos preocuparnos de asegurar a nuestro organismo el suficiente suministro de vitaminas capaces de diluir las grasas, así como de ácidos grasos no saturados, y esto es solamente posible mediante la utilización y la ingestión de grasas naturales. Hasta quién padezca de exceso de peso debe tomar diariamente una pequeña cantidad determinada de grasas naturales.

En la actualidad es las naciones occidentales y civilizadas se da la paradójica situación de que el consumidor medio aparentemente sano no se alimenta con las suficientes grasas naturales a pesar del consumo desmesurado que hace de grasas. Cuando el obeso comete el error de suprimir el consumo de aquellas grasas que ya en cantidades normales apenas si bastan para cubrir los requerimientos mínimos de sustancias vitales que van unidas a las grasas naturales pueden llegar a encontrarse en una situación amenazadora para su salud.

Necesidades diarias
Los requerimientos mínimos de grasas naturales son para el lactantes de 2 a 3 gramos por cada kilo de peso y en los adultos de unos 50 a 60 gramos diarios. Las grasas deberán ingerirse en cantidades mayores a las señalas en invierno o en los climas muy fríos, ya que además de energía calórica proporcionan un abrigo natural al organismo. Moderadamente convienen sobre todo a los niños a los que ayudan en el crecimiento debiendo limitar su consumo o abstenerse totalmente de ellas las personas con problemas hepáticos o propensa a la arterioresclerosis.

Principales aceites de uso en nutrición y como medicamento
Aceite de amapola: Contra la hipercolesterolemia. Calmante. Refuerza el sistema nervioso.

Aceite de borraja: Alto contenido en ácido gamma-linolénico entre el 16 % al 24 %. Excelente regulador del sistema endocrino y hormonal. Regula los trastornos de la menstruación, pre-menopausia, menopausia, embarazo, etc. regenera los fosfolípidos membranosos de las células nerviosas. Regenerador del metabolismo general.

Aceite de cártamo: El más indicado para evitar y remitir el exceso de colesterol desviado. Antirreumático. Laxante. Previene las alteraciones cardiovasculares.

Aceite de girasol: Potencia las defensas, interviene en la limpieza del sistema linfático. Contra la calcificación de las arterias. Regula las funciones de los tejidos de las mucosas. Es un elemento vivo.

Aceite de linosol: El más asimilable de los aceites. Ideal para personas con carencias vitamínicas. Fortalece el sistema inmunológico y el metabolismo de las prostaglandinas PGE1 y PGE3. Regula la pereza intestinal.

Aceite de oliva: Regulador de las funciones del sistema digestivo y en especial del la vesícula y páncreas. Está aconsejado para diabéticos y contra el colesterol.

Aceite de onagra: Equilibrado contenido en ácido gamma-linolénico y linoleico. Usado en la prevención de la esclerosis múltiple. Equilibrador endocrino. Interviene contra la senilidad.

Aceite de sésamo: Excelente estabilizador nervioso. Protector del sistema cerebro espinal. Antidepresivo. Nutriente excepcional de la piel. Para personas con mucho trabajo intelectual. Cosmético natural, masajes, antiestrías.

Aceite de soja: Muy asimilable. Por su importante aporte en lecitina viva, es un poderoso reconstituyente de las células nerviosas y cerebrales, especial para diabéticos.

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Comentarios

baja calidad

es importante el uso de las grasa porque es indispensables para nuestro cuerpo

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