Candida albicans: Dieta y medicamentos

¿Son seguros ​los medicamentos contra la Candida?

La profesión médica tiene acceso a numerosos medicamentos anti-hongos (antifúngicos), pero al parecer no existe todavía una medicación que se pueda recetar y que sea al mismo tiempo completamente efectiva y completamente segura, ya que algunos de estos medicamentos tienen efectos secundarios y exigen una vigilancia regular de las funciones hepáticas. Por otra parte, los investigadores informan que los antibióticos poligénicos, como la nistatina, pueden de hecho estimular a las levaduras y hacer que incrementen el número de sus colonias (1).

Las medicaciones no sistémicas destinadas a destruir la Candida en los intestinos podrían muy bien invadir la corriente sanguínea a través de un intestino permeable, generando así toxicidad. Y, al mismo tiempo, las medicaciones no sistémicas son incapaces de destruir la Candida, cuando esta ha formado colonias fuera del intestino.

Recurrencia de la candidiasis

El abordaje terapéutico medicamentoso habitual de las infecciones por Candida es el uso de antimicóticos del tipo nistatina y los imidazoles. Se observa que las candidiasis son en la mayoría de los casos recurrentes, es decir, se repiten con cierta frecuencia en la misma persona. Este hecho nos debe hacer pensar que haya ciertos factores que debemos cuidar para evitar la recurrencia. Entre estos factores hay factores dietéticos, higiénicos y medicamentosos.

No es extraño, y esto lo saben muchas mujeres por experiencia, que tras un tratamiento antibiótico clásico para una cistitis, por ejemplo, sobrevenga una vulvovaginitis por cándida, con dolor, picor, leucorrea e incomodidad intensa. Se establece fácilmente un círculo vicioso entre infección microbiana y micótica (por hongos / levaduras) que es necesario romper para obtener éxito. Así mismo los tratamientos hormonales con progesterona o anticonceptivos, pueden acentuar o desencadenar el problema sobre todo si se han visto asociados en el tiempo a los antibióticos clásicos. El cambio hormonal en sí mismo puede de hecho ser un factor desencadenante de un aumento de cándida.

La Dieta contra la Candida Albicans

El objetivo de la dieta en la lucha contra los síntomas de Candida es matarla de hambre. Las levaduras tienen la capacidad de fermentar la glucosa procedente de la dieta, y el azúcar facilita el desarrollo de los hongos (2), y así, todas las formas de azúcares –sacarosa, glucosa, lactosa, maltosa, y fructosa- deberían evitarse.

Los carbohidratos refinados aumentan la carga de glucosa. Muchos facultativos limitan el consumo de frutas durante un período limitado mientras que otros las prohíben por su alto contenido en azúcares. Los doctores Trowbridge y Lorenzani son igualmente estrictos en este detalle.

Los alimentos que contengan levadura (pan hecho con levadura) también tienen que ser eliminados de la dieta debido al alto grado de sensibilización cruzada que existe entre la Candida y otras levaduras. También se debe eliminar todo aquello que haya sido obtenido a partir de alguna materia fermentada (vinagres, alcoholes), todos los que contengan algún moho (quesos, setas y champiñones) y los estimulantes (té y café) debido a sus efectos como liberadores de azúcar hacia la corriente sanguínea por la vía de las glándulas suprarrenales.

Algunos alimentos que se suelen restringir son:

Cereales, Azúcar, Dulces, Bollería, Mermeladas, Refrescos, Pasta, Patatas, Arroz, Pan, Setas, Remolacha, Productos fermentados, Vinagre, Vino, Alcohol, Leche y derivados lácteos, Frutas.

Con frecuencia muchas de las personas con Candida experimentan una apetencia continuada por los alimentos que ayudan al desarrollo de la Candida, y el paciente necesita que se le ayude con orientaciones dietéticas positivas, a fin de evitar una actitud negativa respecto a su régimen de salud.

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Bibliografía: 
1.- Brajtburg, Anina, y otros, “Increase in colony-Forming Units of Candida Albicans Alter Treatment with Polyene Antibiotics”, Antimicrobial Agents and Chemotherapy, 19:199-200, enero 1981.

2.- Horowitz, B.J., y otros, “Sugar Chromatography Studies in Recurrent Candida Vulvovaginitis”, J. of Repro. Med. 7:441-443, 1984.